miércoles, 15 de abril de 2015

Petróleo (III): Aspectos clave

Resumen:

Pretendo mostrar las dos características fundamentales del petróleo como mera mercancia: es finito e irremplazable. En una segunda parte veremos como éstas y otras consideraciones afectan a la formación de precios, y particularmente, en el contexto actual.

Es finito

El petróleo es una fuente de energía no renovable y como tal, en algún momento comenzará a escasear. Parece ser que, en el caso del petróleo convencional, ya hemos sobrepasado el llamado "pico", por lo que la producción debería iniciar pronto un declive como consecuencia de que los descubrimientos de nuevos yacimientos son cada vez más infrecuentes y costosos.

Se estima que queda petróleo para unas cuantas décadas más y, efectivamente, la producción del "Brent" del Mar del Norte, el de Texas y el de otros muchos campos en estos momentos es ya muy reducida y se rumorea incluso que a Arabia Saudí le quedan reservas mucho menores de las generalmente estimadas (en muchos pozos antiguos inyectan agua que sale mezclada con petróleo, cada vez en proporción menor).

Llegado el momento, no quedará ninguno "a modo de reserva". Al respecto, soy pesimista. La humanidad terminará por quemar hasta el último hidrocarburo que encuentre, más tarde o más temprano. Los acuerdos contra el cambio climático, la protección de espacios naturales, etc. tal vez ralenticen un poco lo inevitable, nada más. Si no es un gobierno, será el siguiente, y si no es a unos precios, será a otros más elevados, pero no quedará yacimiento por explotar. Imaginen lo siguiente: si un día tenemos el litro de gasolina a 10 euros y se descubre petróleo en Doñaña, ¿alguien esperaría que, convocada en referendum, la misma ciudadanía no sacrificaría "esos bichejos que paran por allá" a cambio de un buen puñado de euros?

Los petróleos pesados contaminan más y son más costosos de refinar que los ligeros, pero vienen siendo explotados igualmente y también se agotarán en unas décadas.

¿Hay otros petróleos? Sí. El procedente de arenas bituminosas, aún más caro de explotar (en la actualidad Canadá casi en exclusiva) y el "shale oil", petróleo de esquisto, equivalente al "fracking" usado para el gas natural. Ésta es una técnica reciente y polémica por el impacto medioambiental, pero ha permitido recientemente a los EEUU la independencia energética, estando en situación casi de pasar a ser exportador neto. De todas formas, este tipo de yacimientos se agotan con mucha rapidez, por lo que no cambian gran cosa las perspectivas a largo plazo.

En el futuro podríamos usar petróleo sintético procedente de la hidrogenación del carbón (del que hay reservas probadas para algunos siglos), y tal vez, el producido industrialmente por microorganismos, que a su vez requiere aportes energéticos (léase grandes extensiones soleadas e instalaciones muy costosas para cultivar algas).

En ambos casos estamos hablando de un petróleo muchísimo más caro que el actual. Y si damos crédito a teorías alternativas, el petróleo no sería de origen fósil, si no geológico, se formaría en la corteza terrestre, por lo que nunca se agotará, mientras otras proponen formas de fabricarlo que, sencillamente, rayan lo absurdo.

En cualquier caso, a la vista de los avances tecnológicos, resulta tentador pensar que habría de durar más, que cada vez necesitamos menos petróleo (sin ir más lejos, compárese el consumo de los automóviles de hoy en día con los de hace décadas) y sin embargo -paradojas de la economía- resulta que las mejoras en la eficiencia en el uso de un recurso suelen conllevar un incremento de su demanda.

Es irremplazable

Desde mi punto de vista, no hay ninguna otra fuente energética comparable. El petróleo es tremendamente eficiente, contiene mucha energía en poca masa, es sencillo de transportar e inherentemente mucho más seguro que el gas, nuclear, etc. Sustituírlo -en lo posible- por alternativas como el gas natural significa sólo agotar éste a su vez rápidamente.

En el caso particular del transporte y locomoción, la electricidad parece prometedora pero no olvidemos que no es una fuente primaria de energía, sólo un vector de almacenamiento, y hay que obtenerla de alguna otra forma. Lo mismo ocurre con el hidrógeno y otras propuestas en estudio (obviando cuestiones aún no bien resueltas sobre eficiencia y seguridad).

Es cierto que la energía nuclear produce electricidad barata pero cabe preguntarse si los riesgos merecen la pena. A pesar de lo que pueda parecer con Chernóbil, Three Mile Island, etc., la humanidad ha tenido hasta ahora una suerte increíble con los accidentes nucleares. Baste pensar que en el reciente caso de Fukushima, si el viento no hubiese soplado sostenidamente hacia el pacífico durante lo peor del desastre, ahora mismo Japón sería un recuerdo.

Que no era una energía tan barata como parecía, es algo que ahora tiene claro la arruinada propietaria (Tepco) y también el bolsillo de todos los japoneses, que le ha tomado el relevo. Vaya herencia que dejaremos a las generaciones futuras en forma de residuos de larga duración, algunos con una vida media de cientos de miles de años (e inocuos en mucho más tiempo). Pero queremos confiar en que bien enterrados, no asomarán antes el hocico.

¿Y ya hemos dicho que el Uranio también se agotará en unas décadas? Con precios más elevados se podrían explotar algunos yacimientos más, podríamos llegar a emplear Torio y también mejorar el reprocesamiento de combustible agotado, pero con todo, sólo añadimos otras pocas décadas en el mejor de los casos.

La gran esperanza hoy en día es la fusión nuclear (a grosso modo supone crear y domesticar un pequeño sol artifical a partir de elementos del agua marina), pero una cosa es el progreso científico y otra la viabilidad comercial. Siendo realistas, por mucho que avance la ingeniería, el desafío tecnológico parece insuperable en mucho, mucho tiempo.

En cuanto a las renovables, tampoco cabe ser muy optimista por diversas cuestiones de eficiencia y disponibilidad. En breve: casi siempre será necesario complementar el "mix" con otras energías; hoy por hoy, en la mayoría de situaciones no es realista un 100% de consumo de energía "verde".

Además, en cierta forma, las renovables de hoy en día están "subvencionadas" por las energías fósiles: la maquinaria pesada que levanta parques eólicos funciona con gasoil, la fabricación de placas fotovoltaicas consume mucha electricidad, etc. Lo inteligente en estos momentos sería emplear el petróleo barato para acelerar en lo posible el desarrollo de las renovables y estar así mejor preparados para las vacas flacas, pero eso sería tanto como pedir a los gobiernos que piensen más allá de sus legislaturas.

Se dice que somos una civilización que "come petróleo", y comparto la opinión. Sin el petróleo sería imposible que unos pocos agricultores obtuviesen ingentes cosechas para alimentar a tantos urbanitas.

Una última consideración: aunque un día la ciencia encuentre el Santo Grial energético que pueda sustituír al petróleo, seguirá siendo imprescindible como matería prima para la industria química, fabricación de plásticos, cosmética, etc. Y curiosamente... ¡nos dedicamos a quemarlo!

Nota 1:

Si encuentras que en el artículo me inclino a favor de las renovables y en contra particularmente de lo nuclear, es que no he conseguido ser tan objetivo como pretendía. Efectivamente, esa es mi posición. En mi descargo puedo decir que no tengo intereses personales en el sector energético, mis opiniones son las alguien "de a pie" que trata de informarse lo mejor posible.

Nota 2:

El viernes 10 entré en CFDs sobre petróleo con vista a subidas en el medio plazo, pero tuve la suerte de un regalo caído del cielo en un par de días, agarré el dinero y cerré la posición. Así que el martes me quedé fuera... y parece que sigue al alza :(

Mi plan B: subidas sostenidas en el petróleo despiertan pronto fantasmas inflacionistas así que estoy corto en Bund a 10 años, que además casi ha agotado el recorrido (el BCE no compra activos con rendimiento negativo).

Nota 3:

He decidido no poner bibliografía por dos motivos: primero, por que en la práctica casi nadie revisaría otra cosa que un par de enlaces en internet, como mucho, y segundo, por que me llevaría más tiempo tratar de averiguar de dónde he sacado cada cosa que redactar el artículo en sí mismo. En todo caso, quede constancia de que considero a este artículo como una mera opinión personal.

1 comentario:

  1. Sobre el plan B:

    El Bund a 10 años siguió bajando rentabilidad durante unos días. Promediamos, esperamos y realizamos beneficios (¡el Bund triplicó su rentabilidad en dos días!).

    Ayer viernes corrigió parte de la subida y he aprovechado para volver a entrar. No hay prisa, es muy posible que el mínimo de rentabilidad de la semana pasada ya no se vuelva a ver jamás, y si se acerca, promedio otra vez sin dudarlo y a esperar tranquilo. Incluso, si mi operador lo ofreciese, preferiría vender deuda de periféricos antes que el Bund, que siempre ejerce de refugio.

    Según lo veo yo: demanda fuerte + Euro débil + petróleo al alza = inflación, y más pronto de lo que esperado.

    Alguien del BCE ha hecho esta semana un comentario recordando que el QE no tiene por qué durar hasta septiembre del año que viene. Y ha pasado desapercibido. Soy de la opinión de que quieren prepararnos para el final anticipado del dopaje, así que el siguiente toque tal vez lo dé el mismísimo Draghi, ¡y esta vez sí que nos vamos a dar por enterados!

    La deuda a largo debería comenzar pronto una caída que será prolongada, y por pronto quiero decir en las próximas semanas. Cuando los grandes asmimilen que el QE no durará hasta septiembre del año que viene, iniciarán las ventas, y durante los siguientes meses serán también los pequeños ahorradores quienes comiencen a vender "esos fondos que parecían tan seguros", por que vivimos una anomalía histórica y ahora toca que pierdan ese extra que habían ganado últimamente.

    Si las cosas se desarrollan así, ¿podría el traspaso de renta variable u otros activos detener la caída en la deuda? Para mí, no, por que esos traspasos son un espejismo, pero de eso hablamos otro día...

    ResponderEliminar